PSA Peugeot Citroën logró en 2010 un beneficio de 1.134 millones de euros después de dos años consecutivos de pérdidas gracias al empuje de los mercados emergentes –sobre todo Asia y Latinoamérica– y al éxito de sus nuevos modelos. El consorcio, que registró una facturación récord, prevé unas ventas estables este año en Europa y fuertes subidas en China, Rusia y, en menor medida, Brasil y Argentina.
Los buenos resultados obtenidos han llevado al grupo a revisar al alza sus previsiones para el periodo 2010-2012, hasta los 3.700 millones de euros, 400 más que lo contemplado hasta ahora. El presidente del grupo, Philippe Varin, admitió ayer en París que los datos obtenidos en 2010 "exceden ampliamente nuestros objetivos iniciales", aunque se mostró cauto respecto a la evolución de las ventas en Europa.
El patrón de PSA explicó que el mercado europeo seguirá plano este año, mientras que prevé un crecimiento del 10% en China –que ya es el segundo mercado para la multinacional después de Francia–, del 4% en Latinoamérica y del 15% en Rusia.
Varin anunció también que la "sólida posición financiera" del grupo automovilístico le permitirá reembolsar íntegramente el crédito de 3.000 millones que le concedió el Estado francés. La compañía ya devolvió anticipadamente mil millones de euros el pasado mes de septiembre, pagará otros tantos a finales de febrero y los restantes, en abril.
Todas las divisiones del consorcio volvieron a la rentabilidad en 2010. El cambio más destacado fue el de la división automovilística, con 563 millones de euros de resultado operativo, después de los 1.820 millones negativos que tuvo en el ejercicio precedente debido esencialmente a los gastos de reestructuración y depreciación de activos. En esta ocasión, incluso la filial china Dongfeng Peugeot Citroën que el grupo tiene como socio local, consiguió por primera vez distribuir dividendos por su beneficio y le aportó 159 millones de euros a su resultado.
Los buenos resultados obtenidos han llevado al grupo a revisar al alza sus previsiones para el periodo 2010-2012, hasta los 3.700 millones de euros, 400 más que lo contemplado hasta ahora. El presidente del grupo, Philippe Varin, admitió ayer en París que los datos obtenidos en 2010 "exceden ampliamente nuestros objetivos iniciales", aunque se mostró cauto respecto a la evolución de las ventas en Europa.
El patrón de PSA explicó que el mercado europeo seguirá plano este año, mientras que prevé un crecimiento del 10% en China –que ya es el segundo mercado para la multinacional después de Francia–, del 4% en Latinoamérica y del 15% en Rusia.
Varin anunció también que la "sólida posición financiera" del grupo automovilístico le permitirá reembolsar íntegramente el crédito de 3.000 millones que le concedió el Estado francés. La compañía ya devolvió anticipadamente mil millones de euros el pasado mes de septiembre, pagará otros tantos a finales de febrero y los restantes, en abril.
Todas las divisiones del consorcio volvieron a la rentabilidad en 2010. El cambio más destacado fue el de la división automovilística, con 563 millones de euros de resultado operativo, después de los 1.820 millones negativos que tuvo en el ejercicio precedente debido esencialmente a los gastos de reestructuración y depreciación de activos. En esta ocasión, incluso la filial china Dongfeng Peugeot Citroën que el grupo tiene como socio local, consiguió por primera vez distribuir dividendos por su beneficio y le aportó 159 millones de euros a su resultado.